Las funciones más importantes de las articulaciones son de constituir puntos de unión del esqueleto y producir movimientos mecánicos, proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo, además de ser lugares de crecimiento.
Por ello es importante darle un pequeño mantenimiento a través de ejercicios. Aquí algunos consejos de qué ejercicios podemos hacer.
Comience con estas rutinas suaves:
El tronco: con las piernas separadas y las manos detrás de la cabeza, incline el tronco hacia un costado, vuelva a enderezarse bien derecha e inclínese hacia el otro. Repita varias veces.
El tronco, las caderas, los muslos y los brazos: en cuclillas, apóyese sobre los brazos y estire una pierna hacia atrás. Vuelva a plegarla, estire la otra. Póngase de pie y luego comience nuevamente varias veces.
Las caderas: acuéstese sobre un costado con un brazo extendido debajo de la cabeza y el otro doblado hacia adelante. Doble la pierna que está debajo y eleve la otra estirada tan alto como pueda. Repita varias veces y haga lo mismo del otro lado.
La parte alta de la espalda: párese frente una pared con los brazos extendidos y las manos apoyadas sobre ésta. Flexione y estire los brazos, manteniendo la espalda derecha en línea de las piernas, el abdomen contraído, las rodillas ligeramente dobladas. Siguiendo estos ejercicios tu cuerpo comenzará a recuperar toda su flexibilidad.